Quequen Chico Resto

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miércoles, 16 de septiembre de 2015

“Dos campesinos con una copa de vino” (1645), de David Teniers Inicio → El vino en el Arte → “Dos campesinos con una copa de vino” (1645), de David Teniers David Teniers “el Joven” no solo fue uno de los artistas flamencos más prolíficos, también lo podemos considerar como uno de los más versátiles. Aunque es más conocido por sus representaciones de la vida campesina, él pintó temas que van desde alquimistas y brujas, hasta asuntos alegóricos y bíblicos. Teniers pintó además multitud de retratos, y también hizo copias a pequeña escala de la pintura italiana. No es un artista nuevo para nosotros, ya que tiempo atrás hablamos de su obra “El rey bebe”, representando la fiesta de la Epifanía. Dos campesinos con un vaso de vino Teniers Teniers fue bautizado en Amberes en 1610. Al parecer estudió con su padre, David Teniers “el Viejo” (1582-1649), que se especializó en la pintura histórica a pequeña escala. Teniers “el Viejo”, que trató de probar su habilidad en las grandes composiciones sacras y mitológicas, debe su fama a sus representaciones de la vida campestre y los paisajes antuerpienses. Habiendo contextualizado al padre como gran referente, ahora nos centraremos en la obra del hijo. Teniers dignifica la vida popular y campesina, convirtiéndola en un motivo pictórico casi equiparable a la gran pintura alegórica de Rubens. El Museo del Prado posee una amplia colección de este artista, con alrededor de 40 obras. David Teniers (Amberes, c. 1610 – Bruselas, 1690) fue, sin duda, el principal representante de la pintura flamenca de escenas populares y campesinas de mediados del siglo XVII. El baile, el banquete, la bebida o el tabaco están presentes en la mayoría de sus pinturas. Su espontaneidad, minuciosidad y virtuosismo modernizaron y dignificaron un género considerado hasta entonces menor y vulgar. En 1645 y 1646 Teniers fue decano del gremio de artistas de Amberes. Durante estos años pinta “Dos campesinos con una copa de vino”. Él era también un miembro activo de la cámara de los retóricos De Violieren. Entre los clientes importantes para los que trabajó durante la década de 1640 se encontraba Antoon Triest, obispo de Gante, que podría haberle introducido al círculo del archiduque Leopoldo Guillermo, gobernador de los Países Bajos meridionales. Teniers aparentemente entró en servicio del archiduque en su corte de Bruselas en diciembre de 1647. A principios de la década de 1650 Teniers sucedió a Jan van den Hort (1611-1651) como pintor oficial de la corte. La elección del pueblo llano como argumento de sus pinturas es una constante en sus obras, heredada de Pieter Bruegel el Viejo y Jan Brueghel el Viejo. Muchas veces fue comparado con maestros holandeses como Adriaen van Ostade, si bien opta por un costumbrismo más refinado. Teniers es uno de los pintores más prolíficos de la época, con una producción catalogada de cerca de 1.000 obras. En su fantástico óleo sobre tabla “Dos campesinos con una copa de vino” encontramos una nueva escena de vida popular. En ella podemos apreciar el estado de visible felicidad de dos ancianos. La mujer ofrece una copa de vino al hombre, llena hasta la mitad. Parece invitar al hombre a tomarla, ofrenda que este acepta gustoso. Teniers aplica a su pintura una tonalidad brillante que levanta el ánimo de una paleta que en un inicio podría ser calificada de oscura, sombría, casi lúgubre. No existe dramatismo: Teniers da una imagen amable de las tabernas, de sus gentes, de los borrachos y fumadores. Dos campesinos con un vaso de vino (copa) Teniers Si te ha gustado esta obra, y también te gusta el vino, tenemos para ti buenas noticias. En la tienda online de Licores Reyes puedes encontrar tu bebida favorita y disfrutarla como hacían estos campesinos. Te invitamos a visitarla: http://tiendalicoresreyes.es Un artículo de Alberto Muñoz Moral Responsable de Comunicación de Licores Reyes

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hoy compartimos la receta de paella que preparamos en Kuen Resto: La Paella de marisco es una de las que más agrada. La paella cumple tantas funciones que nos puede resultar imprescindible. Además, hablando de todas las paellas o de la paella de marisco en particular, no hay dos recetas iguales, cada cocinero proporciona a esta elaboración su toque, su particularidad, sea en los ingredientes o en algún procedimiento. La paella puede estar compuesta por muchos o pocos ingredientes, a nosotros no nos gusta cargarla mucho, pero sí variamos a menudo dependiendo de la materia prima que tengamos más fresca. Puedes hacer esta paella con el marisco que prefieras, lo importante es que sea de calidad. En cuanto a cuando incorporar ciertos ingredientes va a gustos, por ejemplo, nosotros preferimos los langostinos con su propio sabor, pero el arroz nos gusta con sabor a langostinos, así que hacemos el caldo con unos langostinos y además, empezamos la elaboración dorando los langostinos vuelta y vuelta en el primer aceite de la paella, así estarán jugosos y dejarán parte de su esencia en la cazuela. Ingredientes (4 comensales) 400 gramos de arroz bomba, 12 langostinos, 12 cholgas, 8 mejillones, 1 litro de caldo de pescado y marisco (y un poquito más a demanda), 1 cebolla, 1 diente de ajo, 2 tomates, ½ pimiento rojo, ½ pimiento verde, ½ vaso de arvejas, 1 hoja de laurel, 200 gramos de anillos de calamar, 50 mililitros de vino blanco, azafrán, pimentón dulce, aceite de oliva virgen extra, sal. Elaboración Prepara el caldo previamente. Pela y pica la cebolla y el ajo, lava y corta en daditos los pimientos, ralla los tomates y limpia las cholgas y los mejillones. Pon la paella o cazuela a calentar con un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente dora los langostinos con un poco de sal, dales un par de vueltas y retira, reserva. Añade ahora a la cazuela los mejillones bien limpios, agrega el vino, una pizca de sal y tapa, retira los mejillones cuando se hayan abierto. A continuación incorpora la cebolla y freila a fuego medio, después añade el ajo, un par de minutos más tarde los pimientos (también puedes ponerlos con la cebolla), las arvejas y la hoja de laurel, rehoga hasta que empiece a estar tierno, entonces incorpora los anillos de calamar, unos minutos más friendo y riega con el tomate triturado, salpimentar
al gusto y añade una pizca de azúcar. Cuando parte del agua del tomate haya sido absorbida incorpora el arroz y tuéstalo unos minutos removiendo de vez en cuando, seguidamente incorpora las cholgas, el caldo y las hebras de azafrán y el pimentón. Deja cocer unos 8-10 minutos, pero antes de que el caldo se haya absorbido por completo, retira la cazuela del fuego, incorpora los mejillones y tapa. Deja reposar unos minutos para que el grano tenga la cocción ideal habiendo terminado de absorber el caldo. Sirve la paella de marisco coronada con los langostinos y ¡buen provecho! Para acompañarla sugerimos Melodia Chardonnay 2012

jueves, 27 de agosto de 2015

Siete cosas que la gente ama hacer en los restaurantes | A fuego lento

Siete cosas que la gente ama hacer en los restaurantes | A fuego lento: Una lista de las faltas que los comensales de los restaurantes suelen cometer con absoluta impunidad. Pecados de los argentinos, quizás también en otros lados, que suelen ocasionar críticas, quejas y discusiones.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Notas de Cata de unos de los vinos recomendados en nuestra Carta


Malbec 2005 Melodia
Notas de Cata
Origen: Uvas de Agrelo, a Lujan de Cuyo, 950 mts. de altura
Textura del Suelo: Franco Arenoso y piedras en superficie
Cosecha: 15 de abril, manual con cajas plasticas de 15 a 20 kgs
Elaboracion: con 15 % de sangria, maceracion y fermentacion durante 20 dias, fermentacion malolactica natural en tanques de acero inoxidable.
Crianza: 8 meses en barricas de roble frances
Se destaca un intenso color rojo violacio y aromas a violetas, ciruelas maduras. sabor profundo, persistente. Redondo con taninos dulces, reminiscencias de cafe, chocolate y vainillas por su paso por barricas.
Recomendado para acompañar carnes, pastas y quesos.-

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martes, 25 de agosto de 2015



Para ir despidiendo el invierno hoy les acerco la receta de las lentejas tal cual las preparamos en el Resto

LENTEJAS A LA CRIOLLA


Ingrediente:

500 gr de lentejas

3 chorizos colorados

150 gr de panceta salada

1 Cebolla

2 cebollitas de verdeo

1 morro rojo

1 morron verde

4 dientes de ajo

Aceite de oliva, agua y sal, pimenton dulce y condimentos a gusto
cocinar a fuego lento las lentejas 20 min, previamente hidratadas en agua por 24 hs. Freir en aceite de oliva, la cebolla los ajos y los morrones. Cortar la panceta en cubitos y el chorizo colorado en rodajas finas y agragarlos a las verduras, saltear por 10 min. y agrregar a las lentejas hervidas, cocinar todo junto por 15 min mas, agregar agua o caldo de verduras si hiciera falta. Luego preparar una tacita de aceite de oliva con una cucharada de pimenton dulce y agregarle la cebollita de verdeo cortada en finos aros. Servir las lentejas y salsear con la preparacion anterior, y a disfutar!!!! y chau frio!!!! a esto va muy bien con una buena copa de Cabernet Sauvignon de la Bodega Melodia Wines

lunes, 24 de agosto de 2015

Esta es Nuestra carta veni a descubrirla
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¿Por qué el vino se sirve en copas?

Todos sabemos que el vino se sirve en copas de cristal pero pocos alguna vez se preguntaron por qué. En esta nota te explicamos un puñado de razones y algunas copas recomendadas.


copas3
¿Por qué el vino se sirve en copas y no en vasos como el whisky? Parece una pregunta simple aunque encierra asuntos complejos. Y mejor aún: ¿por qué se usan determinados tipos de copas? ¿Por qué tienen que ser de cristal y no de vidrio? Y en todo caso: ¿por qué hay copas grandes y copas chicas, altas o bajas, con o sin tallo? ¿Es verdad que cada vino merece un tipo de copa? Son muchas preguntas. Y todas tienen su respuesta.
El vino se bebe en copas por una razón muy simple: cualquier tinto o blanco encierra entre 400 y 500 sustancias volátiles y aromáticas que, sin la ayuda de una copa, se perderían en el aire y con ellos el carácter del vino. Y si decimos ayuda, es porque la copa funciona una suerte de amplificador de aromas.
La parte importante es el cáliz –ni el pie, ni el tallo son funcionales-. Así se llama al recipiente que contiene al vino. Si uno lo mira con detenimiento no se trata de un recipiente corriente: tiene una proporción más o menos estándar entre la altura y el ancho (1,5 por 1) y además ofrece una cintura más ancha que la boca; a esa circunferencia se le llama Ecuador y, de paso, marca el punto máxima hasta el que debe ser llenada la copa.
En ese punto es donde la superficie del vino es grande y por tanto ofrece un área de evaporación mayor. Ese es un efecto buscado. Porque para que los aromas se volatilicen y le impriman carácter a un vino precisan de una porción de aire. Y si la copa no se llena hasta arriba es para lograr que se forme una cámara aromática. Eso explica, de paso, la obsesión maníaca de los especialistas por marear el vino en la copa: más gira, más intercambio tiene lugar con el oxígeno, más aromas se liberan. Aromas que, concentrados luego hacia la boca de la copa, potenciarán la sensación del vino, sea tinto blanco o rosado, de forma que ahí se produce un efecto amplificador. Pero, ¿por qué son tan importantes esos aromas?
Aromas son sabores
Conviene recordar que los aromas son los responsables del sabor. Una cosa es el gusto dulce y ácido de una pera –que percibe la lengua, en la punta y sus costados- y otra cosa muy distinta es el aroma que describe a la pera, que percibido luego de mordida, se aloja como una sensación de sabores en la boca. Tanto, que si uno está resfriado, la pera no se distingue de una manzana, que tiene la misma acidez y dulzor. De igual manera, un vino consigue ser distinto de otros sólo cuando puede lucir sus aromas. Y para eso la copa es la clave.
Pero si el sabor depende de la copa, ¿por qué en el whisky –que también es aromático- no se emplean copas? La diferencia está en el alcohol. En el whisky –con tres veces más graduación que un vino- oficia de elemento amplificador, arrastrando los aromas al evaporarse. Con una cotrapartida: si se buscara una copa para concentrar los aromas, también se concentraría el alcohol y nos resultaría cáustico al olerlo. De ahí que el vaso abierto sea suficiente para que el buen scotch tenga aromas.
¿Una copa para cada varietal?
A mediados de la década de 1970 la marca austríaca de copas Riedel comenzó a experimentar con un modelo para cada varietal o región de vinos. Así, buscó en cada caso la relación que mejor funcionaba, potenciando aromas y sabores, refinando de paso la mordida del cristal a cada tipo de vino. El resultado hoy es una serie de copas especializadas para cada tipo de vino: hay una para Malbec, una para Pinot Noirt, una para Cabernet y así. Restaurantes de primera línea mundial, como el Celler de Can Roca, en Barcelona, ofrecen hasta 32 tipos de copa diferente. Claro que en el hogar uno no puede tener tanta cantidad de cristal, y eso, sin entrar en detalle sobre la inversión que conlleva.
Y si bien es cierto que uno puede comprar copas especiales para cada caso, lo ideal para un consumidor es tener un set copas con cáliz grande, del tamaño que ocupan dos manos juntas. Un copón así, de cristal, ronda hoy los 100 a 130 pesos, en casas como San Carlos, Vitalia o R Cristal. Al emplearlos, más allá de los vistoso que resulta, el vino gana potencia aromática y de sabor.

Joaquín Hidalgo

Carpaccio de Salmon Rosado perfumado con Lupulo:
les paso la receta de uno de nuestros platos mas afamados:
Para 4 como entrante
12 lonchas finas de salmón rosado
1 cebolla Morada
Jugo de 1/2 limón
20 hojas de rucula
c/n aceite de oliva
1/4 de ají picante
20 alcaparras
Ralladura de 1/2 Limón
c/n Mix de pimientas
c/n de Lúpulo para perfumar

Cortar el salmón en finas lonchas, colocarlos en un recipiente, salpimentar a gusto y rociarlos con jugo de limón y su ralladura, dejar marinar en heladera durante 2 horas.
Cortar la cebolla morada en juliana muy fina al igual que las hojas de rucula. disponer en el platos las lochas de salmón , marinado, colocar la cebolla morada y la rucula, adornar con las alcaparras y pintar el salmón y las verduras con una vinagreta preparada con aceite de oliva, jugo de limón, y el ají picante. moler el lúpulo y esparcir sobre el salmón para darle perfume.-
Para maridar va bien con una Kolsch bien helada, o un Vino Blanco Torrontes de la bodega Vistandes